LA LUNA DE MIEL DE CLAUDIA FERNÁNDEZ

"TUVE MI PRIMER ANTOJO EN BUZIOS"

Cuando aún no se habían apagado los ecos de su fiesta de casamiento, ellos, sus dos grandes protagonistas, casi no tuvieron tiempo de detenerse a repasar las imágenes que, 72 horas después, CARAS ofrecía en exclusiva para todos sus lectores.

Es que su apretada agenda no les dio tregua, y la posibilidad de ganarle un día más de Luna de Miel a sus acotados tiempos los obligaba a tomar un vuelo apenas unas horas después de abandonar el exclusivo salón de eventos. Por eso, con esa mezcla lógica de cansancio y felicidad inherente a toda pareja de recién casados, Claudia Fernández (32) y Leonel Delménico (31) se embarcaron el sábado 25 al mediodía rumbo a Buzios para disfrutar de cinco días de amor y descanso en esas paradisíacas playas de Brasil.


El flamante matrimonio se hospedó en el Brava Hotel, ubicado a sólo diez cuadras del centro de la ciudad, donde Jorge y Marcelo García de la Peña, sus dueños y anfitriones, se ocuparon personalmente de que la vedette y actriz uruguaya y el empresario argentino disfrutaran su estadía en un lugar único, donde reinan la sensualidad, la armonía, la magia y el placer.
“La pasamos bárbaro, con mucha playa, muchos mimos y mucho sexo, la combinación perfecta para una Luna de Miel”, afirmó, recién llegada a Buenos Aires, una de las protagonistas de la obra “Confesiones de mujeres de 30”. Sin embargo, los novios no sólo se entregaron al descanso, y aprovecharon el tiempo para conocer en profundidad uno de los destinos más visitados por los turistas de todo el mundo. “Nos alquilamos un auto y estuvimos recorriendo Buzios, fuimos a Tartaruga, Ferrugem, Geribá, distintas playas. Y a la noche íbamos a comer al puerto, donde hay restaurantes muy lindos. Es un lugar hermoso y romántico”, agregó. Luego del stress que les generó la preparación de su casamiento, Claudia y Leonel pudieron por fin relajarse en medio de un clima ideal.

“El tiempo estuvo espectacular, nos acompañó todos los días. Además, pudimos desconectarnos de todo, ya que acá los celulares no tienen señal, sólo llamamos a la familia para avisar que estaba todo bien”, contó la vedette.


Como no podía ser de otra manera, el tema de su embarazo no podía quedar fuera de la charla. A tal punto, que la futura mamá confesó que tuvo su primer antojo con el mar y los morros como testigos. “Una noche fuimos a cenar a un lugar que se llama Deck, y comimos una pizza margarita. Me gustó tanto que, al otro día, le dije a Leonel que quería volver por ella”, dijo. Si bien aún faltan seis meses para la llegada de Mía, los padres ya se están preparando para recibirla, y la “Honey Moon” no quedó exenta de la búsqueda de ropita para la beba. “Compramos un jean, una camperita y unas zapatillas. Nos reíamos porque antes traíamos cosas para nosotros, pero ahora la prioridad es ella.”, aseguró. La ansiedad por conocerla se advierte en el tono de su voz, y las fantasías sobre cómo será empiezan a dar vueltas por su cabeza. “Me muero por verle la carita. Me encantaría que tenga los ojos del papá, y me la imagino una beba gordita y cachetona”, explicó. Claudia reconoce que los primeros meses del embarazo no fueron precisamente una “dulce espera”, pero advierte que ahora se encuentra “en plenitud total” y que Mía goza de muy buena salud. “Si se bancó el agite que tuvo la noche del casamiento, y la emoción de la sorpresa que me dio Leo con Valeria Lynch, se banca cualquier cosa”, concluyó entre risas.
Ya reincorporada definitivamente a su ritmo de trabajo, repartiendo sus tiempos entre las funciones de “Confesiones de mujeres de 30” y las grabaciones de su programa “Bendita TV” en Uruguay, la actriz y vedette, cuya primogénita nacerá en la Argentina, planea continuar con sus ocupaciones hasta que el embarazo se lo permita. Ahí, claro está, todo pasará a un segundo plano, y su papel de madre, aquel con el que soñó toda su vida, estará por encima de cualquier oferta de trabajo, por más tentadora que sea.

Fuente: Revista Caras