sábado, 19 de mayo de 2012

CLAUDIA FERNÁNDEZ "DE MI HIJA ME OCUPO YO"

SU LADO MATERNAL 
Por Tessa García 
Fotos: Matilde Campodónico

Sin ninguna lente de por medio, en vivo y en directo, el cuerpo de Claudia es de una armonía pocas veces vista. Su cintura no se ensanchó, su piel no tiene estrías ni manchas ni ningún rastro de envejecimiento 

Claudia tiene 35 años y nació en Punta de Rieles, lugar que nombra con orgullo y al que vuelve cada vez que visita Montevideo. A pesar de su maternidad, lleva esta década trabajando de uno y otro lado del Río de la Plata, con su hija Mía "a cuestas" desde el primer día. Hoy tiene una presencia importante en el mundo nada fácil ni noble de la farándula argentina, que supo cultivar gracias a su personalidad y a cierta fortaleza para expresarse sin miedos, con total convicción, coraje y lucidez. Actualmente se la puede ver cada domingo en Bendita TV, todas las noches en la televisión argentina junto al conductor Alejandro Fantino y en formato infantil los sábados de mañana en “La magia de Claudia”.- 

Entre tanta ambición y aparente invulnerabilidad resulta difícil imaginar su vida de madre de una niña de dos años, su lado frágil privado. Por eso, en esta edición de Lara quisimos retratar el lado pocas veces visto de esta vedette que ha sabido.- 

¿Cómo vive su maternidad? ¿Cómo conjuga su vida familiar en un barrio cerrado de Buenos Aires, con las batallas verbales violentas que se libran en la televisión argentina, observada por miles de personas?¿Cómo encaró los cambios de su cuerpo y los desajustes que traen los embarazos y la vida de madre? Y después ¿cómo cuida a su hija?¿Quién la ayuda? Todo eso se lo preguntamos en una charla amena que compartimos un domingo en Casa Mora en Carrasco, a donde llegó con una de sus cuatro hermanas y con su hijita Mía.-

 “Quiero que Mía sea una nena felíz, que tenga una infancia como la que tuve yo” 

CLAUDIA MAMÁ

LARA: ¿Por qué esperaste hasta los 33 para tener un hijo?

C.F.: Esperé a encontrar la persona indicada y sentir el deseo de ser madre, y con Leonel lo sentimos de inmediato. Él es muy inteligente, siempre lo escucho, suele darme muy buenos consejos, y además me ama.-

¿Cómo te cambio la vida tener a Mía?

Internamente es un cambio fuerte, lo podés imaginar pero hasta que no la tenés no es lo mismo. A ella la tendría en una burbuja para que no le pase nunca nada. Quiero que sea una nena felíz, que se divierta, que tenga una infancia como la que tuve yo. Y sobre todo que no nos pase nada a nosotros para poder cuidarla siempre. Manejo más despacio, estoy atenta si veo que alguien me puede asaltar, sobre todo cuando estoy en Buenos Aires, siempre estoy muy alerta. Y en la vida me convertí en una mamá canguro, voy y vengo con ella a Montevideo todas las semanas desde que tenía quince días. Me acompaña siempre, salvo que el día esté muy frío, muy feo en invierno, ahí trato de resguardarla, pero sino siempre está conmigo. Es un cambio grande. Todos los domingos nos vamos a la mañana temprano y nos volvemos los lunes. Antes era toda una movida, el huevito, el coche, las mamaderas, los juguetes, bolsos y bolsos. También la idea de traerla es que mientras yo estoy en “Bendita TV”, ella está con la familia, con sus abuelos, con el bisabuelo. Hoy almorzamos con mi abuelo, es decir su bisabuelo, que tiene 84 años, tiene una relación hermosa con él. La idea es que esté con la familia.-

¿Cómo pasaste durante el embarazo y en los meses después del parto?

Es la etapa más espantosa que pasé en mi vida. A veces uno trata de ponerle color, pero para mi no tuvo nada de linda. Siempre digo que el que le puso “la dulce espera” al embarazo seguramente fue un hombre porque de dulce no tiene nada. Creo que lo pasamos las mujeres porque los hombres no estarían capacitados, no llegarían ni al tercer mes. Aparte en mi caso estuve trabajando siempre, y de gira haciendo “Confesiones de mujeres de 30”. Hasta el quinto mes fueron vómitos y náuseas permanentes. Y lo del puerperio horrible. Empecé a trabajar cuando ella tenía quince días, todavía con los puntos de la cesárea. La llevaba conmigo al teatro y le daba de mamar antes de salir a escena. Fue toda una movida.-

¿Cómo fue tu rutina para volver rápido a tu cuerpo?

Hice Pilates hasta una semana antes del parto, eso hace que te recuperes al toque. Y hasta el año y tres meses le di de mamar, lo que me hizo adelgazar bastante. Al mes y medio hice para “Gente” los cuerpos del verano, o sea que volví enseguida al biquini. Eso no me costó tanto, lo más molesto fue el tema de la leche, lo que te duelen las lolas.-

¿La percepción de tu cuerpo cambió después del parto?

No, para nada. Desde el día que me dieron de alta, llegué a casa, me vestí, me puse tacos, agarré el cochecito y salí a caminar despacito con Mía. Me obligué enseguida a ponerme en actividad aunque costara, porque pensé: “donde me calce pantuflas y camisón no salimos nunca más de acá dentro”. Eso es muy importante. Es obvio que estás más cómoda de jogging, pero sino entrás en un pozo donde parece que no salís más.-

¿Y cambió en algo tu sexualidad con la llegada de Mía?

Durante el embarazo me pegó para bien, estaba muy sexual. Y después de tenerla también ella lo hizo fácil. Desde que nació –con cuatro quilos cien – dormía ocho horas de corrido y era muy comilona. Igual que ahora; nunca se levanta a la siete de la mañana, se levanta diez y media u once. Depende de la actividad que tenga el padre, uno amolda al bebé a su manera. Entonces si yo quiero verla cuando salgo del teatro y compartir con ella, no se va a dormir nunca a las nueve de la noche. Tampoco me sirve que se levante a las siete de la mañana, yo a esa hora estoy recontra durmiendo porque hago “Animales sueltos” hasta las dos de la mañana.-


EL CUIDADO DE SU HIJA 

¿Qué repetirías de la educación que tuviste?¿Y qué no? 

El transmitir a mi hija los valores con los que fui criada: el amor por la familia, la unión, el don de gente y de trabajo. Lo único que no repetiría sería enviar a mi hija a un colegio católico, pero entiendo que lo hicieron más allá de la religión por ser un buen colegio.- 

¿Hay alguna madre dentro de la farándula argentina que admires o que sigas como ejemplo? 

No, no tengo un ideal. Por ahí ves a Maru Botana que tiene siete hijos, pero he compartido estudio de grabación con ella y tiene tres personas que están con los chicos, no es que esté ella. La mayoría de la gente que conozco de la farándula tiene más de una persona que los asisten. A mí me encanta bañarla, encargarme de su ropa, me gusta ser yo la que le hace el almuerzo todos los días y antes de irme a trabajar de noche dejo la cena lista. Tengo una persona que me ayuda en la casa hasta las cuatro, pero cocino yo. Por ejemplo, no tenemos niñera. Cuando fui a hacer temporada – este fue mi primer año – contraté una chica en Córdoba divina. Aunque nunca la dejé de bebé. Ahora tiene dos años y me habla, me cuenta.- 

¿En qué momentos del día estás con Mía? 

Ella va a un colegio, no es ni guardería ni jardín de infantes, es un colegio que tiene sala de 1,2,3 y 5 años. Tiene granja, huerta y los viernes hacen cocina. Van a juntar los huevos a la granja y con esos huevos hacen masitas, pizzas. La llevo yo, entra 12 y media y sale cuatro y media. En la diaria tengo una vida con ella muy normal, te diría que más normal de lo que la gente cree porque yo hablo con muchas amigas que no trabajan en el medio y no hacen nada, no hacen ni un huevo frito. Estoy todo el día con ella, yo trabajo solo de noche y en esas horas Mía está con el papá.- 

¿Y qué cocinás? 

A Mía le encanta la sopa. Ama los choclos, las pastas, come de todo. Me costaba que comiera zapallitos y la semana pasada se los hice rellenos con carne, un poquito de panceta, salsa blanca y muzzarella; los devoró. No cocino ni los sábados ni domingos, pero el resto de los días cocino. Empiezo muy temprano, siete y media ocho, así a las diez me voy y dejo todo listo.- 

¿Cómo te gusta vestir a tú hija? 

No me gusta el vestidito fruncidito; me gusta la minifalda, zapatillitas, remeritas y shortcitos: ropa divertida con onda. No soy muy del rosita, del rococó. A la personalidad de Mía no le va el vestidito con moñita atrás, no es ella, no le pega. Es muy femenina pero muy india, es el treparse, colgarse.-

¿Te cuesta ponerle límites? 

Sí, me cuesta, soy bastante permisiva. Mía me puede. De todas maneras es muy buena, pero caprichosita si la dejás.-

“Vení que tenés mocos, vení que te limpio”, le dice a su hija mientras responde a las preguntas. Mía hoy está vestida con una remera lila y un pantalón color jean. También usa un saco de lana grueso calado de diferentes colores, igual al que usa su mamá.-

SU CARRERA DE ACTRÍZ

¿Después de ser mamá empezaste a pensar en tú carrera de forma diferente? 

No, de hecho la tapa de Playboy la hice después de tenerla, nunca lo había echo de soltera. Ella nació en noviembre y yo hice la tapa en diciembre; fue una cuestión de ego personal, aunque lo hice una vez y no lo volvería a hacer. Fue como decir: sí, tuve a mi hija pero volví a mi cuerpo y sigo siendo la misma. Como un gusto que me quise dar en su momento.- 

¿Es más difícil lidiar ahora que sos madre con la manipulación salvaje que hay en la televisión argentina de entretenimientos? 

Acá se están contagiando bastante. Lo que pasa es que no hay tantos personajes como puede ver en Argentina, ni hay tantos programas que lo difundan. Pero se están dando cuenta de que atacando a alguien tienen la posibilidad de cruzar el charco. El otro día hablábamos con Andrea Del Boca que con esta nueva ley sobre la violencia mediática, van a tener que estar todos más atentos porque se van a comer juicios muy importantes. Hicimos una linda amistad con ella.- 

¿Con esa ley tendrías más posibilidades de defenderte…? 

Sí, porque no hay un filtro, no hay un límite. Uno se sienta y dice en un programa de televisión en vivo cualquier cosa, cualquier disparate de cualquiera y después no hay vuelta atrás. Cuando a la gente le tocás el bolsillo piensa dos veces lo que va a decir. Cuando no pasada nada todo el mundo es impune. Cuando les tocás lo que más le duele lo piensan mejor.- 

¿Cuáles son tus expectativas con estos dos juicios que iniciaste? 

No es que tenga expectativas, no pretendo sacarle plata a nadie. Si llego a cobrar algún dinero lo voy a donar a alguna institución, lo que menos me interesa es eso. Lo que quiero es que les duela para que se den cuenta de que no es gratis hablar. A eso voy.- 

¿Por qué rechazaste la oferta que te hicieron de “Bailando por un sueño”? 

Cuando lo hice me sirvió porque pagaban mucho, pagaban muy bien y me dio la popularidad que no tenía porque estaba recién llegada a Argentina. Participé en el 2007, en el 2008, en el 2009 y en el 2010. Hoy no necesito la popularidad y económicamente, gracias a Dios estoy bien. Me parece que tuvo un vuelco el “Bailando” y no tengo ganas de exponerme yo ni a mi familia a esa violencia y agresividad. Cuando yo participaba estaba también Catherine Fulop, Florencia Peña, Flavia Palmiero, Moria, era otra cosa. Hoy hay muchos cuatro de copas. (la carta más baja que tiene el juego del truco), todos desesperados por tener un minuto más de cámara y no hay límite. No lo necesito.- 

¿Cuál es el rumbo que le querrías dar a tu carrera? 

Yo dejo que la vida me sorprenda. Nunca me imaginé que iba a llegar tan lejos, ya llevo siete años viviendo en Argentina y la primera vez que fui mi intención era una temporada para ganar algo de plata. Me casé con un argentino y armé mi familia ahí. Este año tengo muchas expectativas con el programa infantil que ya hice el año pasado (“La magia del tulipán” hoy “La magia de Claudia”) y vuelvo a hacer este año con un equipo buenísimo que cuida mucho la imagen. Estoy en la producción. Me encantaría ser una Cris Morena, hacer productos televisivos y teatrales para niños y adolescentes, me gusta opinar sobre los guiones.

¿Querrías dejar de lado tu vida de sex symbol? 

No. La gente te pone rótulos de los que yo no me hago cargo. No me puedo hacer cargo de lo que genero en el otro, yo soy una persona normal. Lo que despierte es un mambo del que está del otro lado. Yo trabajo como actriz, un día hago una revista, otro día “Confesiones de mujeres de 30”, después una comedia y otro día vuelvo a la tele.- 

¿Supe que tenés ganas de tener otro hijo?¿te gustaría una familia numerosa? 

¡Numerosa nada!¡Dos y nada más!

 
Mientras Claudia responde, Mía camina por todos lados y con su lenguaje chapucero le da órdenes a todos.

CLAUDIA FERNÁNDEZ ESENCIAL

¿Dónde y cuándo sos felíz? 

Soy felíz en cualquier lugar donde estén mis amores, donde pueda ser yo! La felicidad para mi son momentos, y gracias a Dios tengo muchos al día!.- 

 ¿Con qué rasgos de tu carácter estás conforme y con cuáles no?

 Reconozco que tengo bastante carácter, no me molesta sólo trato de controlar el tono porque a veces puede sonar soberbio aunque no es la intención.- 

 Un miedo adquirido y uno que te acompañe desde siempre. 

Un miedo que adquirí desde el nacimiento de Mía es a la muerte, me aterra pensar en no estar para verla crecer. Un miedo de siempre: la oscuridad.-

Si volvieras diez años atrás,¿qué harías diferente? 

Creo que no cambiaría nada, todo lo que soy hoy es parte de los errores y aprendizajes de lo vivido.- 

 ¿Cuál fue tu mayor atrevimiento?

Es difícil de decir, soy atrevida por naturaleza! Y creo que el atrevimiento sumado a la audacia y el trabajo en esta profesión suma.- 

¿Cuál es la cualidad que más te gusta de las personas? 

La lealtad y el sentido común.- 

¿Cuándo mentís?

No miento, siempre prefiero la verdad por más dolorosa que esta sea. A veces, con mi marido, tiramos alguna mentirilla piadosa, si no queremos recibir gente en casa por ejemplo! 

¿Qué no perdonarías? 

Creo que no perdonaría una traición.- 

¿Qué te hace reír?

Me río muchísimo, soy divertida y mi hija me saca muchas risas en el día. Leonel me hace reír mucho también, lo cual me parece fundamental en una pareja.- 

¿Qué te hace llorar? 

Soy sensible y es fácil que se me escape una lágrima, ya sea por emoción o tristeza. A veces lloro cuando extraño la voz de mi abuela Pola.- 

¿Cuál considerás que ha sido tu mayor logro? 

Sin dudas que mi mayor logro, es la familia que formé, en el plano profesional llegar más lejos de lo que nunca imaginé.- 

¿En qué gastás dinero? 

Gasto dinero en vivir como me gusta, en ayudar a quienes quiero, y en disfrutar!

¿Cuál es el precio de tu éxito? 

Creo que el éxito tiene el precio que cada uno esté dispuesto a pagar, por el momento el éxito me dió más a mi que yo a él.-

¿Cuál es tú idea de la felicidad perfecta? 

La idea de la felicidad perfecta la veo todas las mañanas cuando me despierto durmiendo al lado del hombre que amo y me ama, y la sonrisa de Mía cuando se despierta. Ver a mi hija creciendo felíz me llena de dicha, lo mismo que poder disfrutar de mi abuelo, el Tata, que a sus 83 años es un gran compañero.- 

Agradecimientos: Casa Mora/casamora.com.uy 
Maquillaje: Leonel Aita Musi

Fuente. Revista LARA - Otoño-invierno 2012 (mayo 2012)
Muchísimas gracias por la gran amabilidad y deferencia a la Sra. Mariana Blengio (Revista LARA)

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