"MÍA POTENCIÓ LA PASIÓN"
“Me llegó el amor de Leo y después, mi hija. Me siento completa, una mujer realizada”.
Por Gaby Balzaretti
Una casa de madera y piedra, rodeada por frondosos árboles, flores, parque y una pileta en su fondo. Un silencio absoluto que sólo es interrumpido por la visita de algún pájaro curioso que se posa en el alero del techo para espiar la tierna estampa familiar. Una imagen que parece escapada de un viejo cuento. Claudia Fernández (33) acuna entre sus brazos a la pequeña Mía Elena (3 meses), mientras Leonel Delménico(31) mira a sus dos amores embelesado. La pareja eligió una reserva forestal para vivir su primer verano en familia. Por eso se alquilaron una casona muy especial en la que todos los detalles fueron especialmente cuidados. Allí disfrutan de relajadas mañanas en la pileta, de asados con amigos y de tardes bajo los árboles. Por las noches, sobre el fin de semana, Claudia cumple con sus funciones junto a Ricardo Fort en la obra “Fortuna”.
“Soy inmensamente felíz. Veo a Leo en el teatro, esperándome con Mía en brazos, y me muero de ternura”.
“Esta es una temporada atípica. Un verano que todo es por placer. Por eso acepté la propuesta de Fort cuando me convocó para esta obra. Todo es diferente. Es la primera vez que se habla tanto de una obra antes que se estrenara. Y, mientras otras obras llevan no sé cuántas funciones en lo que va de la temporada, nosotros apenas llevamos diez. ¡Es algo nunca visto! Ricardo Fort lo hace por placer, no por un negocio. Y yo también lo hago por placer. Mía es muy chiquitita y no hubiera podido hacer otra cosa. Soy inmensamente feliz, porque estoy en el escenario, en el saludo final y veo a Leo esperándome, con Mía en brazos... ¡Me muero de ternura!...”, aclara Claudia.
Una postal familiar en Mar del Plata, con su marido, Leonel Delmenico y la bebita en brazos de la vedette y actriz uruguaya. En dos años van a empezar a buscarle a Mía un hermanito.
Lejos de su imagen de mujer fatal, en su casa, la actriz se ve más terrenal que cualquiera. No descuida ningún detalle y se hace cargo de todas las cosas de la casa. A la hora de definirse, no duda en reconocerse como una excelente ama de casa y como una primeriza mamá todoterreno. “A mí me encanta todo lo de la casa. Y soy una mamá súper presente. No me separo de mi hija ni un minuto. No delego mi función de mamá en nadie. Lo máximo que me he separado de Mía han sido cuatro horas Tengo una mamitis aguda. Si Mía hasta duerme con nosotros en la cama…-admite y sólo un minuto después aclara con una gran sonrisa- Pero ¡ojo! Que no por eso no perdemos nuestros momentos de intimidad. Con Leo estamos aprovechando las tardes y las madrugadas y estamos experimentando en otros lugares de la casa. Ya nos hicimos un recorrido por todos los rincones del hogar…”, asegura con una gran sonrisa que no la deja mentir.
La escultural mujer confiesa que para mantener su figura después del parto tiene dos secretos: uno es dar la teta, y el otro es una plataforma para hacer gimnasia. Además, entrena en el gimnasio con Marcela, su personal trainer.
Claudia cuenta que el amor la sorprendió cuando menos lo esperaba y no lo dejó escapar. Conoció al empresario Leonel Delménico y vivió todo a full. Se enamoraron, se fueron a vivir juntos, se casaron y tuvieron a Mía. “Leo era mi familia ya desde antes. Con él fue todo muy especial. Increíble. Yo supe que él era el hombre de mi vida y él sintió lo mismo conmigo. Y con nuestra hija se potenció todo. Mía potenció la pasión de la pareja, la piel, todo…Es un amor increíble. Verlos ducharse juntos, me mata de amor. Hoy puedo ver a Leo en otro rol y eso me afloja toda. Es muy buen papá”, exclama con el orgullo que sólo una mujer puede experimentar al ver al hombre que ama junto a su otro gran amor, su hija.
Claudia que alterna sus días entre la obra “Fortuna” y sus viajes al Uruguay para hacer su programa “Bendita TV”, aún no decidió si van a bautizar a Mía en su país natal, donde tiene a toda su familia, o en la Argentina.
“Yo ya venía bastante canchera en lo que se refiere a los bebés. Por eso no tenía temores. Porque soy la más grande de cuatro hermanos, a la menor le llevo 16 años, así es que ya había tenido mi práctica. Estaba muy canchera. Además, me encanta ocuparme de todo lo de Mía, su ropa, su comida…Tengo un trabajo que me permite estar atenta a todo lo de mi hija durante todo el día. Por ahí en este medio no es lo común. Yo cocino y recibo gente en casa. Hoy llevamos una vida normal de una pareja de nuestra edad. Somos una familia y así lo vivimos, naturalmente y buscando siempre la felicidad. No permitimos que nada malo se interponga”, cuenta Claudia.
“Yo supe que Leo era el hombre de mi vida. Hoy lo veo en otro rol y me emociona, es muy buen papá”.
“Llevamos la vida de una pareja de nuestra edad. Somos una familia y así lo vivimos. No permitimos que nada malo se interponga”.
Y por esa razón, a la hora de buscar una casa para pasar el verano, no dudaron en volver a la que alquilaron la temporada pasada. Allí crearon su propio refugio. El que sólo abandonan para recorrer los treinta minutos que los separan del centro de Mar del Plata para cumplir con sus funciones en el teatro. “Acá puedo descansar y cumplir con todo lo que se refiere a mi trabajo. No descuido nada. Y ya tengo confirmado el teatro para arrancar en Buenos Aires, a partir de la primera semana de abril, que continuamos con Fortuna en el Premier. Además, sigo con mis viajes a Uruguay, una vez por semana, para hacer mi `Bendita TV´. Este año también me encantaría hacer algo de ficción”, repite Claudia como para que no queden dudas.
Claudia se define como una mamá muy presente, y afirma que no puede separarse ni un minuto de su hija. Pero, a su vez, sostiene que no por ello descuida la intimidad de la pareja, y que con su marido aprovechan las tardes y las madrugadas para estar juntos.
Un refrescante baño en la pileta sirve para que Mía se despierte de su relajante siesta, tome la teta y les alegre la tarde con una gran sonrisa. Claudia se fascina ante cada monería de su pequeña. Y cuando se le pregunta por sus envidiables curvas, naturalmente responde: “Tengo dos secretos que los puedo contar. Uno es dar la teta, que como dicen las abuelas, te quema todas las grasas. El otro es una plataforma para hacer gimnasia, hago 10 minutos por día. También la usa Leo. Y, los lunes, miércoles y viernes, entreno en el gimnasio con mi personal trainer, que me la presentó Fort y se llama Marcela. Nada más…”, asegura la escultural mujer y no deja dudas cuando le pide a su marido que comience los preparativos para hacer un asado esa noche.
Más tarde, mientras cambia a Mía, que la mira y le responde con grandes sonrisas y sus ojos luminosos, Claudia no duda en expresar a viva voz su deseo: “Para el verano del 2012 empezamos a buscar nuestro segundo hijo, y ojalá que sea un varoncito. Que esperamos salga tan lindo como Mía, que tiene muchas cosas de los dos. Cuando está con los ojitos abiertos, se parece a Leo, y cuando los cierra, le quedan achinaditos como los míos…Hoy, me siento tan felíz, que no puedo pedir nada más. A mí la vida me sorprendió con mucho. Me llegó el amor de Leo y después mi hija. Me siento completa. Una mujer plena y realizada”, concluye una mujer llamada Claudia Fernández.
Caras.ar - 09.02.2010
Mil gracias Karen por tú invaluable colaboración.
“Me llegó el amor de Leo y después, mi hija. Me siento completa, una mujer realizada”.
Por Gaby Balzaretti
Una casa de madera y piedra, rodeada por frondosos árboles, flores, parque y una pileta en su fondo. Un silencio absoluto que sólo es interrumpido por la visita de algún pájaro curioso que se posa en el alero del techo para espiar la tierna estampa familiar. Una imagen que parece escapada de un viejo cuento. Claudia Fernández (33) acuna entre sus brazos a la pequeña Mía Elena (3 meses), mientras Leonel Delménico(31) mira a sus dos amores embelesado. La pareja eligió una reserva forestal para vivir su primer verano en familia. Por eso se alquilaron una casona muy especial en la que todos los detalles fueron especialmente cuidados. Allí disfrutan de relajadas mañanas en la pileta, de asados con amigos y de tardes bajo los árboles. Por las noches, sobre el fin de semana, Claudia cumple con sus funciones junto a Ricardo Fort en la obra “Fortuna”.
“Soy inmensamente felíz. Veo a Leo en el teatro, esperándome con Mía en brazos, y me muero de ternura”.
“Esta es una temporada atípica. Un verano que todo es por placer. Por eso acepté la propuesta de Fort cuando me convocó para esta obra. Todo es diferente. Es la primera vez que se habla tanto de una obra antes que se estrenara. Y, mientras otras obras llevan no sé cuántas funciones en lo que va de la temporada, nosotros apenas llevamos diez. ¡Es algo nunca visto! Ricardo Fort lo hace por placer, no por un negocio. Y yo también lo hago por placer. Mía es muy chiquitita y no hubiera podido hacer otra cosa. Soy inmensamente feliz, porque estoy en el escenario, en el saludo final y veo a Leo esperándome, con Mía en brazos... ¡Me muero de ternura!...”, aclara Claudia.
Una postal familiar en Mar del Plata, con su marido, Leonel Delmenico y la bebita en brazos de la vedette y actriz uruguaya. En dos años van a empezar a buscarle a Mía un hermanito.
Lejos de su imagen de mujer fatal, en su casa, la actriz se ve más terrenal que cualquiera. No descuida ningún detalle y se hace cargo de todas las cosas de la casa. A la hora de definirse, no duda en reconocerse como una excelente ama de casa y como una primeriza mamá todoterreno. “A mí me encanta todo lo de la casa. Y soy una mamá súper presente. No me separo de mi hija ni un minuto. No delego mi función de mamá en nadie. Lo máximo que me he separado de Mía han sido cuatro horas Tengo una mamitis aguda. Si Mía hasta duerme con nosotros en la cama…-admite y sólo un minuto después aclara con una gran sonrisa- Pero ¡ojo! Que no por eso no perdemos nuestros momentos de intimidad. Con Leo estamos aprovechando las tardes y las madrugadas y estamos experimentando en otros lugares de la casa. Ya nos hicimos un recorrido por todos los rincones del hogar…”, asegura con una gran sonrisa que no la deja mentir.
La escultural mujer confiesa que para mantener su figura después del parto tiene dos secretos: uno es dar la teta, y el otro es una plataforma para hacer gimnasia. Además, entrena en el gimnasio con Marcela, su personal trainer.
Claudia cuenta que el amor la sorprendió cuando menos lo esperaba y no lo dejó escapar. Conoció al empresario Leonel Delménico y vivió todo a full. Se enamoraron, se fueron a vivir juntos, se casaron y tuvieron a Mía. “Leo era mi familia ya desde antes. Con él fue todo muy especial. Increíble. Yo supe que él era el hombre de mi vida y él sintió lo mismo conmigo. Y con nuestra hija se potenció todo. Mía potenció la pasión de la pareja, la piel, todo…Es un amor increíble. Verlos ducharse juntos, me mata de amor. Hoy puedo ver a Leo en otro rol y eso me afloja toda. Es muy buen papá”, exclama con el orgullo que sólo una mujer puede experimentar al ver al hombre que ama junto a su otro gran amor, su hija.
Claudia que alterna sus días entre la obra “Fortuna” y sus viajes al Uruguay para hacer su programa “Bendita TV”, aún no decidió si van a bautizar a Mía en su país natal, donde tiene a toda su familia, o en la Argentina.
“Yo ya venía bastante canchera en lo que se refiere a los bebés. Por eso no tenía temores. Porque soy la más grande de cuatro hermanos, a la menor le llevo 16 años, así es que ya había tenido mi práctica. Estaba muy canchera. Además, me encanta ocuparme de todo lo de Mía, su ropa, su comida…Tengo un trabajo que me permite estar atenta a todo lo de mi hija durante todo el día. Por ahí en este medio no es lo común. Yo cocino y recibo gente en casa. Hoy llevamos una vida normal de una pareja de nuestra edad. Somos una familia y así lo vivimos, naturalmente y buscando siempre la felicidad. No permitimos que nada malo se interponga”, cuenta Claudia.
“Yo supe que Leo era el hombre de mi vida. Hoy lo veo en otro rol y me emociona, es muy buen papá”.
“Llevamos la vida de una pareja de nuestra edad. Somos una familia y así lo vivimos. No permitimos que nada malo se interponga”.
Y por esa razón, a la hora de buscar una casa para pasar el verano, no dudaron en volver a la que alquilaron la temporada pasada. Allí crearon su propio refugio. El que sólo abandonan para recorrer los treinta minutos que los separan del centro de Mar del Plata para cumplir con sus funciones en el teatro. “Acá puedo descansar y cumplir con todo lo que se refiere a mi trabajo. No descuido nada. Y ya tengo confirmado el teatro para arrancar en Buenos Aires, a partir de la primera semana de abril, que continuamos con Fortuna en el Premier. Además, sigo con mis viajes a Uruguay, una vez por semana, para hacer mi `Bendita TV´. Este año también me encantaría hacer algo de ficción”, repite Claudia como para que no queden dudas.
Claudia se define como una mamá muy presente, y afirma que no puede separarse ni un minuto de su hija. Pero, a su vez, sostiene que no por ello descuida la intimidad de la pareja, y que con su marido aprovechan las tardes y las madrugadas para estar juntos.
Un refrescante baño en la pileta sirve para que Mía se despierte de su relajante siesta, tome la teta y les alegre la tarde con una gran sonrisa. Claudia se fascina ante cada monería de su pequeña. Y cuando se le pregunta por sus envidiables curvas, naturalmente responde: “Tengo dos secretos que los puedo contar. Uno es dar la teta, que como dicen las abuelas, te quema todas las grasas. El otro es una plataforma para hacer gimnasia, hago 10 minutos por día. También la usa Leo. Y, los lunes, miércoles y viernes, entreno en el gimnasio con mi personal trainer, que me la presentó Fort y se llama Marcela. Nada más…”, asegura la escultural mujer y no deja dudas cuando le pide a su marido que comience los preparativos para hacer un asado esa noche.
Más tarde, mientras cambia a Mía, que la mira y le responde con grandes sonrisas y sus ojos luminosos, Claudia no duda en expresar a viva voz su deseo: “Para el verano del 2012 empezamos a buscar nuestro segundo hijo, y ojalá que sea un varoncito. Que esperamos salga tan lindo como Mía, que tiene muchas cosas de los dos. Cuando está con los ojitos abiertos, se parece a Leo, y cuando los cierra, le quedan achinaditos como los míos…Hoy, me siento tan felíz, que no puedo pedir nada más. A mí la vida me sorprendió con mucho. Me llegó el amor de Leo y después mi hija. Me siento completa. Una mujer plena y realizada”, concluye una mujer llamada Claudia Fernández.
Caras.ar - 09.02.2010
Mil gracias Karen por tú invaluable colaboración.
Hola Carlos, te felicito por el blog, muestras la imagen familiar de una artista de manera excelente. Saludos desde Uruguay.
ResponderEliminarhola Carlos!
ResponderEliminaramigo como no
pude dejarte
mis firmas por el flog
visito tu hermosisimo blog
Como me encanta estas fotos
la familia divina Clau
mas feliz!
besitos
Hola Carlos, gracias por tu visita y comentario dejado en mi blog.
ResponderEliminarEstaria encantada de compartir enlaces, ya me llevo el tuyo.
Un gran saludo y feliz fin de semana.