EL VELÓDROMO FUE UNA FIESTA; EL ARTISTA PROVOCÓ DELIRIO A SU PASO POR MONTEVIDEO Y PUNTA DEL ESTE
El puertorriqueño convocó el sábado a más de 10.000 personas en el Velódromo Municipal, a 14 años de su última visita. Volvió en el marco del tour mundial "Música+Alma+Sexo", convertido en una megaestrella del pop. Si bien prometió un pronto regreso, en 2012 estará dedicado a su participación en una obra en Broadway y no descarta tomarse un año sabático para dedicarse a su familia.
Por Alejandra Volpi | Foto gentileza: Chino Lemus
Ocho bailarines acompañan al artista en sus sensuales coreografías.
El paso del tiempo se vio reflejado en la actuación que ofreció Ricky Martin en el Velódromo Municipal. En la década del `90 meneaba su melena en el Palacio Peñarol mientras un enjambre de jovencitas fantaseaba con sus movimientos pélvicos y le gritaba frases osadas. En 2011 su vuelta estuvo cargada de glamour. El boricua es hoy uno de los artistas latinos más reconocidos del mundo y por lo tanto recibe tratamiento de estrella, con un entorno prácticamente hermético y nada librado al azar.
En Montevideo solo pudieron acercarse a él algunos integrantes de la producción local, unos pocos que arremetieron cámara en mano en la Torre Ejecutiva durante su encuentro con el presidente José Mujica y las chicas que compraron un "meet and greet" a través de su página web oficial.
Martin tiene una agenda debidamente cronometrada y profesional, más ahora que es padre de mellizos y todo su tiempo libre lo dedica a jugar y pasear con ellos. En el concierto que ofreció en el Conrad de Punta del Este se pudo ver a su pareja, Carlos González Abella, disfrutando como un fan enardecido. Pero el magnetismo de Ricky es tan poderoso que a pesar de haberse declarado homosexual las mujeres mueren por él.
El boricua en este aspecto no es inocente: explota al máximo su belleza física y sex appeal en un show teatral con muchos cambios de vestuario y coreografías muy ensayadas (y osadas en algunos pasajes). Nada está librado al momento en su nuevo espectáculo, que consta con un equipo de ocho bailarines y nueve músicos (guitarra, percusiones varias, trompeta, trombón, teclados, bajo, guitarra y saxo).
Martin es un artista completo y por eso el año próximo volverá a Broadway para encarnar al Che Guevara en la obra "Evita". Ahora todo a su paso brilla y es oro. Hasta el backstage del Velódromo contó con un despliegue inusual: se dispuso un amplio espacio para el montaje de una serie de camarines contiguos (por lo menos ocho) debidamente decorados para los bailarines, el artista, su familia y hasta para el contador de la gira.
Foto: Claudia Fernández. Ella junto a su pequeña y bella hija
disfrutando del recital de Ricky en el Conrad de Punta del Este
En Punta del Este dio una muestra más acotada de "Música+Alma+Sexo", para una platea vip en la que estaban Marcelo Tinelli y Susana Giménez. De Uruguay fueron invitados Claudia Fernández, Sergio Puglia y Sara Perrone, entre otros personajes públicos. En Montevideo, la versión estadio del show, con una estructura metálica al centro que le permitía elevarse varios metros, puso a delirar a las más de 10.000 personas que asistieron.
El ex Menudo comenzó interpretando el enérgico "Será, será" que forma parte de su duodécimo disco, vestido con pantalón y campera de cuero. Pero el repertorio que cerró con "Lo mejor de mi vida eres tú", también rescató sus clásicos. Así llegó "Dime que me quieres" (con una performance con cascos de motocicleta), "Vuelve" y "Living la vida loca". Este último, marcó un antes y un después en la carrera de Martin y en esta oportunidad tuvo a todos moviéndose por el escenario, incluidos los músicos con sus instrumentos."Shake your bon bon","María", "Lola lola", "La bomba", "Pégate" pusieron a todos a saltar, aunque el punto alto del encuentro fue "Más", el hit de su último CD.
Tratándose de Ricky, el romanticismo no podía faltar porque siempre fue un ingrediente importante en su discografía. Entonces derritió a los presentes con "Tu recuerdo" y un "medley" que incluyó "Fuego contra fuego", "El amor de mi vida" y "Te extraño, te olvido, te amo", títulos que le permitieron remontarse al inicio de este camino solista.
El concierto estuvo atravesado por mensajes en contra de la discriminación sexual y étnica. En pantalla gigante y a ritmo de videoclip dos de los integrantes de su staff compartieron sus experiencias, con el mensaje final de "sé tú mismo". "Aquí no hay nadie mejor que nadie. Tú y yo somos iguales", termina diciendo Martin.
Durante "La copa de la vida", que acompañó el Mundial de Fútbol de 1998, se puso la camiseta del 10 Celeste que le regaló Alejandra Forlán y el público estalló en aplausos y ovaciones. "Prometo volver pronto", expresó. Y Uruguay le tomó la palabra.
Fuente: Últimas Noticias - 05.09.2011
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