Entrevista a
Claudia Fernández
Llega a la entrevista con esa simpatía que la caracteriza. Su presencia no pasa desapercibida y su perfume va dejando su halo al pasar. No pierde la espontaneidad que tiene frente a cámaras. Nos cuenta sobre su momento actual.
Por Mujer Mujer
-¿La gente te siente más vedette que comunicadora?
-Pienso que no, porque teatro de revista hice solamente tres temporadas y en los medios hace 12 años ya que estoy. Me parece que hay una idea errónea de lo que es la palabra “vedette”. Ven una chica exuberante y enseguida dicen “esa es vedette”. Ser vedette es otra cosa, por ejemplo haber encabezado temporadas de teatro junto a un capocómico importante, llegar a la Calle Corrientes. Esas son las cosas que te catapultan cómo para poder decir realmente que sos vedette. Yo fui vedette en un momento, cómo también hice monólogos o ahora hago stand up. Y decidí dejar el teatro de revista porque después del bicentenario del Maipo y estar en el libro de los 100 años, o trabajar con Antonio Gasalla, es insuperable.
- Y vos, ¿te sentís más vedette o comunicadora?
-¿Qué característica de personalidad que no tenías tuviste que desarrollar para resistir en el ambiente de revista?
- Sobre ese tema también hay cómo leyendas urbanas. El ambiente de revista es el mismo que puede haber en un hospital entre la guerra de enfermeras-nurses o las maestras con la directora. Es lo mismo que en cualquier ambiente. No es que necesite desarrollar una personalidad diferente. Las peleas mediáticas son parte del producto y del medio en sí.
-Depende si hablamos de televisión o teatro. En televisión empecé con Omar Gutiérrez pasando videos musicales en Canal 4. Después hice un programa de entretenimiento junto a Robert Rocha que se llamaba “Dale que podés”. Pero lo que cambió mi profesión, fue la oportunidad que me dio Ricardo Artola en Canal 10. Cuando vine a hacer el casting para “Dale con todo” con Luis Alberto Carballo, él fue uno de los que me dejó seleccionada y eso fue cómo que me marcó la vida, porque nunca pensé trabajar en los medios y estar tantos años en televisión siendo una comunicadora y ocupar un lugar cómo ocupo hoy con Bendita tv. En teatro creo que fue con “Confesiones de mujeres de 30”. Yo salía de hacer el bicentenario del Maipo y fui a la audición de algo que era totalmente diferente, con Lía Jelín, una directora que es de otro palo y ha hecho cosas como Aryentains, Monólogos de la vagina, entre otros. El hecho de haberme jugado para ir a ese casting, también fue un momento bisagra en el teatro.
-¿Por estar al aire aceptaste cosas que no hubieses aceptado?
-No, gracias a Dios nunca tuve que hacer nada que no quiera.
-¿Seguís peleando contra prejuicios?
-A mí me importa muy poco lo que piense la gente de mí. Vivo mi vida sin hacerle daño a nadie, ni meterme en la vida de nadie. Entonces si alguien te critica, el problema lo tiene el otro. Si ocupa su vida ocupándose de mí y prejuzgando, no está dándose el lugar para conocerme.
-¿Qué pasa en el colegio de tu hija con la “madre vedette”?
-No me ven como una “madre vedette”, si querés me ven cómo una “madre actriz”. Las madres del colegio son vecinas mías, compartimos meriendas todas las tardes, hacemos entrenamientos en el gimnasio, almorzamos juntas. Son todas unas diosas. Justamente no son la típica mujer que por ahí está prejuzgando o mirando de costado. Y yo soy una más de ellas.
-¿Qué aspectos de tu infancia te gustaría replicar en Mía?
-Todos! Tuve una infancia increíble. Por cómo está la sociedad hoy en día, no puede tener la misma infancia que yo, porque yo me crié en la vereda, vendiendo limones y revistas viejas, andando en bicicleta, colgada de las zorras de los camiones y tractores que pasaban con uvas de la Bodega Bruzzone. Tuve una infancia dónde entrabas a tomar la leche y salías a jugar en la calle hasta tarde. Era otra libertad, porque no existían los peligros que existen hoy. Pero me gusta esa educación. Mía no es una nena que pasa mirando la tele. Vivimos en Escobar que es un lugar rodeado de campo, y trato de que ella esté en contacto permanente con la naturaleza. Tiene una huerta con sus tomates, me ayuda a cocinar; trato de que tenga una infancia lo más normal posible y alejada de la tecnología. No concibo eso del Play todo el día y televisión las 24 horas.
-¿Qué te identifica más como madre, límite o libertad?
-Límite. Somos los dos de marcarle los límites. Con todo el amor del mundo, pero me parece que los límites son clave cuando son chiquitos, porque a la larga la van a ayudar a ser una persona más segura. Cómo le digo a veces “Mía, tenés que aprender a manejar tus frustraciones”, y ella con sus tres años me queda mirando con los ojos grandes, desconcertada! (risas)
-¿Qué heredó por suerte de vos Mía?
-Es súper histriónica. Y tiene la inteligencia del padre. Tiene tres años pero todo el mundo cree que tiene seis. También porque va y viene siempre conmigo. Ya está acostumbrada a estar en los estudios de televisión, no siente vergüenza. El otro día se cruzó con el Chato (Prada) en Córdoba y le decía “quiero ser coach” y bailaba.
-¿Qué heredó por desgracia?
-Por suerte no heredó mi carácter. Porque yo soy bastante cambiante de humor, que es lo que más me molesta de mí. Tiene sus cosas, pero las heredó del padre. Los defectos los heredó del padre! (risas).
-¿En la pareja, cuánta libertad?
-Somos súper estructurados. Por ejemplo, no existe que uno vaya a un boliche si el otro no va. Somos una pareja convencional y valoramos mucho la familia. Cuando nos movemos lo hacemos en masa, tipo los gitanos.
-¿Sos cuida?, ¿Y él?
-No somos cuidas ninguno de los dos. No somos ni posesivos, ni enfermos de celos. Con esta profesión es muy difícil. Aparte tengo un marido que es hermoso. Y a mí me encanta que lo miren, si en definitiva es mi marido!
-¿Perdonarías una infidelidad?
-Creo que no. Pero tendría que estar en la situación. No lo viví, así que no puedo decirte.
-¿Cómo se alimenta la pasión en tu pareja?
-Creo que eso se da, es innato. Hay química o no. Soy de las que piensa que no hay que estar haciendo cosas raras para alimentar la pasión. Me parece que es al revés, uno con el paso de los años se conoce más y sabés que es lo que le gusta al otro y el otro sabe lo que a vos te gusta. Llegás a un grado de confianza que ya con sólo mirarte te entendés con tu pareja.
-¿Qué rol cumple tu marido en tu carrera?
-Siempre me da consejos cuando se los pido. Y sus consejos suelen ser muy certeros. Generalmente yo no cierro los temas de dinero, sino que va él. Yo no tengo representante y él es muy bueno haciendo negocios. Tiene una cabeza que admiro; también admirar al otro es parte de la pasión.
-¿Estás en las negociaciones?
-No. Yo hablo de lo artístico. A mí me traen una propuesta y si me gusta la hago. El precio lo cierra él.
-Además de la plata, ¿en que se concentran las negociaciones?
-A mí me tiene que gustar o artístico y cada vez elijo más poder trabajar con gente que quiero y con amigos. No priorizo solo lo económico, sino también lo que a mí me haga feliz y lo que le convenga más a mi familia.
-Es un mundo de hombres el de los managers, ¿no? ¿Por qué?
-No sé, creo que los hombres generalmente son más hábiles para esas cosas. También me parece que queda feo que una mujer le ponga precio a su trabajo. Y a un hombre también. Siempre cómo artista es difícil ir a pelear el precio, porque ¿cuánto valés? Me parece que es más romántico arreglar lo artístico y que otro te cierre los números.
-Vos elegiste estar sola. ¿Cuáles son las principales carencias de quienes desempeñan esta tarea?
-No tengo representante. Y antes de conocer a Leo esas cosas las manejaba yo. No me gusta tener representantes porque nunca me trajeron un trabajo. A mí me llaman, me convocan, o me entero de un casting y voy. El representante generalmente maneja muchos artistas, entonces si alguien está interesado en contratarte lo que hace es bajar tu caché para meter dos o tres artistas en el paquete. Eso siempre te termina perjudicando, y darle el 20% o 30% a alguien que no te trae nada, la verdad que no me parece.
-¿Cómo se llevan las finanzas en tu casa?, ¿cuentas comunes o cada cual con lo suyo?
-Cuentas comunes.
-¿Ahorrás o invertís?
-La dos cosas.
-¿Quién te asesora?
-Leo, aunque no es que él me asesora a mí, lo hacemos cómo pareja.
-¿Inversión en Argentina o Uruguay?
-En los dos países.
-¿Cómo te llevás con las políticas K?
-No soy argentina, así que no voy a opinar de la política. Ni siquiera tengo DNI argentino, ni ciudadanía. Yo sigo viajando con mi documento uruguayo. Ya le di una hija a Argentina, más no le puedo dar. Es lo más preciado que tengo!
-Te has declarado blanca. ¿Has pensado en tener participación activa en campañas?
-No. Me lo han propuesto muchas veces, pero no me interesa meterme en política. Me parece un error los artistas que lo hacen, porque los políticos no son queridos. Entonces ¿por qué dar vuelta el cariño que te tiene la gente? Del amor al odio, no me interesa.
-¿Qué pensás de que nuestro presidente sea reconocido por "modesto" y por decir "haiga?
-Creo que es parte de su personalidad. El combo Mujica es así. No lo veo como algo malo. ¿Quién dice que un presidente no puede ser modesto, no pueda seguir viviendo en su casa? Es el modelo de vida que él elije. También me parece perfecto los que asumen y se mudan a la quinta presidencial y tienen otro estilo de vida.
-¿Qué cosas del Uruguay de hoy no te gustan?
-Me parece que se está copiando mucho la violencia que se ve en Argentina. Eso antes no pasaba. Uruguay sigue siendo un país tranquilo, de hecho yo pienso radicarme con mi familia a criar a mi hija acá. No quiero vivir encerrada en un country y que viva en una realidad que no es. Quiero que si va a ir a un club pueda tomarse un ómnibus y bajarse sola en la parada. Eso hoy no lo hago con mi hija en Argentina. Eso es lo que le veo a Uruguay de positivo y me da pena que cada vez que vengo por un día o dos, veo las noticias y cada vez hay más rapiñas o matan a alguien todos los días. Antes la gente robaba para comer; hoy ya matan a alguien por un par de championes o para tener un pantalón de marca. Me parece que todo tiene que ver con la educación. A mí me enorgullece como uruguaya cuando vienen artistas argentinos y me dicen “qué educados que son los uruguayos”. Esa es la esencia que como pueblo no tenemos que perder. A cualquier parte del mundo donde vayas, siempre te hablan de lo respetuosos que son los uruguayos. Tenemos que tratar de no perder la educación.
-¿A qué le dedicás más tiempo, a tu cabeza o a tu cuerpo?
-Depende. Indudablemente soy una persona que trabaja en los medios y el medio te exige verte bien. Yo estaba embarazada y la gente pretendía que estuviera delgada. El medio es muy cruel. Entonces le dedico mucho a mi cuerpo; una, dos o tres horas por día de entrenamiento, depende del momento, cuando Mía está en el colegio. Al estar arriba de un escenario estás muy expuesta. Yo ya tengo 37 años y no es lo mismo estar arriba de un escenario con 22 años, con luces potentes que es como verte en un probador de ropa por mil, a tener la edad que tengo y una hija. El esfuerzo es el doble o el triple. También trabajo con mi interior. Soy iniciada en meditación trascendental, tengo mi mantra. Estoy iniciada en segundo nivel de reiki. Me gusta mucho la lectura. En verano trato de leer y relajar mi mente, hacer este tipo de cosas que alimentan y que durante el año se me complica.
-¿A qué le tenés miedo?
-Antes no le tenía miedo a nada. Hoy tengo miedo por la salud de mi hija, que le pase algo. A partir de que sos mamá te afloran un montón de miedos que antes no tenías. Hasta manejo diferente, voy con más cuidado. Si mi hija no está bien, eso ya me produce miedo.
-¿Cuántas veces por día tenés que contar hasta 100 antes de hablar?
-Lamentablemente no lo hago y eso me ha causado muchos problemas. Soy demasiado frontal.
-¿Pedís perdón a menudo?
-Nunca tuve que pedir perdón. No hago cosas como para tener que pedirlo.
-¿Estás empezando un proyecto nuevo?
-Sí! Estamos por lanzar una línea de cosméticos, de esmaltes y body splash. Fue una propuesta que surgió a partir de una tapa que hice para la revista Beauty con Marcel Marteau, el director de la empresa. La tapa tuvo muy buena acogida entre el público femenino, sumado a que tengo 109,000 seguidores en Twitter, la mayoría mujeres uruguayas que me viven preguntando tips de belleza y que veces comparto. Por ejemplo me preguntan “¿cuál es la crema que usás en el cuerpo?”. Yo uso una crema que te deja la piel dorada y sale 20 pesos argentinos; no sale 30 dólares, no es de las más caras y es mucho más linda. Esos hallazgos que hago me gusta compartirlos con las mujeres. Fue así que surgió el proyecto, una línea de productos a precios accesibles. Que puedas estar linda con poca plata, que tengas que hacer un regalo y que tenga una linda presentación. Ese es mi público, yo soy así, una mina de barrio, sencilla, que me encanta ir a la feria del Parque Rodó y la de Villa Biarritz a comprarme ropa interior. Hay gente que tiene el prurito de que si trabaja en la tele se tiene que vestir con marcas. Yo uso lo que me gusta. Vamos a hacer el lanzamiento otoño-invierno y se va a vender a través de farmacias importantes y Tienda Inglesa.
Fuente: MujerMujer.com.uy - 04.03.2013
Muy bella y talentosa, besos,ana.
ResponderEliminarMagnífica Entrevista que deja claro que mi impresión sobre Claudia era totalmente cierta.
ResponderEliminarEs Familiar, le gusta la Naturaleza, es buena Madre y buena Esposa.
Muy buena Entrevista.
Abrazos.