miércoles, 29 de abril de 2009

LA FIESTA














“Claudia era una princesa que contaba su historia, en pleno proceso de cambio de vedette a actriz, con una figura increíble. Fue todo un reto para mí”, sostiene Laurencio Adot, el encargado de vestir a la novia con una idea romántica, española, y en línea sirena para marcar bien la figura de la artista que aún no exhibe una gran panza de embarazada. El ramo de novia estuvo compuesto por flores silvestres y, contra la tradición de revolearlo ante las invitadas solteras, la actriz de “Confesiones de mujeres de 30” optó por guardarlo para llevarlo a la tumba de su abuela, que falleció hace pocos meses y fue la encargada su crianza. Por otro lado, además del ramo, en la otra mano llevó un rosario de nácar de la primera comunión de Leonel.

El novio se lució con un impecable saco en taf de seda, entalladísimo y un pantalón cigarette en la misma tela, creación de Casalnovo. Los anillos fueron de oro blanco de la línea love de Cartier.

Entre los pocos famosos que la pareja eligió para compartir la trascendental noche, estuvieron Reina Reech, Anamá Ferreira, Victoria Vanucci, el “Facha” Martel, Adriana Salgueiro y Mirta Wons, quien sin duda fue la más divertida de toda la fiesta. Todos disfrutaron de la comida y de la bebida de primera calidad que había en el salón. El plato principal fue un delicioso lomo a la mostaza, acompañado por comidas típicas de Argentina, Uruguay, México e Italia.

El momento más emotivo llegó de la mano de una sorpresa que el empresario argentino preparó para su flamante esposa. Es que cuando Delménico le propuso a su mujer salir a bailar la canción que tanto le gustaba, apareció de la nada Valeria Lynch entonando “Me das cada día más”, provocando que todos los invitados se fusionaran en un coro instantáneo, y que la novia derramara algunas lagrimitas de emoción al tiempo que besaba apasionadamente a su marido. También hubo tiempo para el grupo de cumbia Los Fatales, una de las bandas favoritas de la vedette, que entro al salón con "Te quiero tanto", de Sergio Denis.

Para el final de fiesta, tanto la novia como el novio se cambiaron los atuendos. Mientras que ella se puso un vestido del mismo color pero más corto, Leonel cambió por un pantalón cigarette chupin en taf de seda, un chaleco en la misma tela con botones entelados y camisa blanca simple con cuello indio. Elegantes y cómodas para bailar toda la noche.

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